Nacional - Cali 2021Dimayor

El fracaso del plantel de Atlético Nacional

De Alejandro Restrepo ya se habló tras la derrota en Palmaseca y por más que para el juego en Medellín haya intentado algo nuevo -con evidente resultado negativo- la reflexión es exactamente la misma. Intentó, pero nada cambió. Fracasó en su primera experiencia como técnico en propiedad, porque como bien se dijo, con una Copa no alcanza. La obligación era el título de Liga y con los errores vistos en su gestión no se puede afrontar una Copa Libertadores.

El turno de la reflexión es para el plantel de jugadores que sumaron una nueva decepción, algo se volvió costumbre, pero que no deja de asombrar por la camiseta que llevan puesta. Por la misma línea de quién los dirige, los jugadores se quedaron en buenas intenciones, palabras y compromisos vacíos. Del bajón no lograron levantarse, ni por fútbol y por vergüenza propia. 42 puntos en el Todos contra Todos para la anécdota, porque en el Cuadrangular, nada.

La barrida debe empezar por Marulanda, que no logró asentarse y mucho menos ser una competencia de Candelo, seguido de Álex Castro y Jonatan Álvez. De paso se abren cupos para que lleguen refuerzos de categoría en esas posiciones.

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Del patrimonio del club, sostener a los referentes (Aguilar, Perlaza, Gómez, Pabón y Duque) y en lo posible rodearlos mejor. Lo ideal, manteniendo la política de repatriar otros referentes e ídolos que le devuelvan al grupo talento, sentido de pertenencia y jerarquía. La lista es larga entendiendo que las eras de Osorio y Rueda dejaron nombres interesantes en todas las líneas.

Y según las posibilidades que ofrezca el mercado, intentar sacar rédito económico con Quintana, Candelo, Perea, Banguero, Rovira, Barrera y Guzmán.

Aplausos y respaldo para los juveniles que dieron una mano y en los casos de Nelson Palacio y Juan David Cabal, aprovecharon la oportunidad. Hay una base para seguir construyendo con ellos más Castro, Fory, Ángel y los campeones de la sub 17 que se fueron acercando al primer equipo.

Queda poco más por rescatar después de un año en el que cabalgar la fase regular solo hizo más dura la caída para todos. Con ocho partidos sin ganar por Liga en el momento determinante, la radiografía no puede ser más nítida.

Le fallaron, una vez más, a la hinchada que los acompañó fielmente todo el año, llenando plazas visitantes, alentando hasta el último minuto, haciendo esfuerzos económicos en plena pandemia para respaldar de diferentes maneras al club y que por cuarto año consecutivo se quedó anhelando la 17.



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