“Soy un volante que por momentos soy muy agresivo y necesito ser agresivo para darle presión al equipo. Después de la amarilla, siempre me tranquilizo”, declaró alguna vez Pablo Pérez cuando estaba en el ojo de la tormenta tras haber sido expulsado en el Superclásico de abril de 2016 a los 12 minutos del primer tiempo. Pero la realidad es que los números del volante surgido en Newell’s dicen otra cosa.
Desde que debutó en La Lepra, Pérez jugó en Emelec, Unión, retornó a Newell’s, emigró a Málaga, llegó a Boca en 2015 y a principios de 2019 pasó a Independiente. Desde sus comienzos hasta hoy recibió 125 amarillas y 10 rojas (6 directas y 4 por doble amonestación) en 280 partidos por ligas nacionales; 11 amarillas en 21 partidos de copas nacionales y 24 amarillas en 50 encuentros por copas internacionales.
En resumen, en 351 artidos que disputó en total en toda su carrera vio la amarilla 160 veces (incluidas las dobles amonestaciones), lo que arroja un promedio de 0,46 amonestaciones por encuentro, una cifra cercana a un apercibimiento cada dos partidos. Durante su paso por el Xeneize, incluso, su media fue apenas superior a esa cifra: en 118 partidos recibió 60 tarjetas. Y en el Rojo lleva exactamente ese promedio: fue amonestado 17 veces en 34 encuentros, mientras que también recibió una roja de manera directa. Está claro: la tendencia no marca que la experiencia le haya servido para saber controlar esa vehemencia con la que juega.
Señalado luego de la derrota frente a River en la final de la Copa Libertadores de 2018 disputada en Madrid (en la que, lógicamente, fue amonestado), el rosarino llegó a Avellaneda a comienzos de 2019 y en su tercer encuentro en el club vio su primera amarilla: el 9 de febrero fue apercibido frente a Unión. En el encuentro siguiente, contra San Martín de San Juan, fue expulsado de manera directa por pegarle una patada desde el piso a Marcos Gelabert. Así, se cortaba una racha de casi un año sin ver la roja, desde que lo habían echado jugando para Boca en un encuentro justamente frente a Independiente.
Su primer semestre en Avellaneda terminó con cuatro amarillas en 11 partidos entre Superliga y Copa Superliga, una media mejor de la que había mostrado durante su paso por Boca. Sin embargo, en el segundo semestre volvió el Pablo Pérez de siempre: en la Copa Sudamericana lo amonestaron 4 veces en 7 encuentros (tuvo que cumplir una suspensión en la ida de octavos de final), mientras que en la actual Superliga lleva ocho amarillas en 13 partidos, de las cuales las últimas tres fueron en partidos consecutivos. La última la vio contra River en el primer encuentro oficial de 2020.
Próximos partidos
COMPETENCIA | AMARILLAS | EXPULSIONES | PARTIDOS |
---|---|---|---|
Ligas Nacional | 125 | 10 | 280 |
Copas Nacionales | 11 | 0 | 21 |
Copas Internacionales | 24 | 0 | 50 |
* Datos actualizados hasta el 19 de enero de 2020 (Independiente 1-2 River).