Al-Nassr pareció sufrir un gran golpe en los primeros cinco minutos cuando el lateral izquierdo Saad Fahad recibió una tarjeta roja directa por una entrada temeraria sobre Madallah Alolayan. El árbitro inicialmente no perdió tiempo en expulsar al defensor, pero una revisión exhaustiva del VAR alteró dramáticamente la narrativa. La decisión fue revertida, Fahad escapó solo con una tarjeta amarilla y Al-Nassr se libró de la perspectiva de jugar casi todo el partido con 10 hombres. A pesar de ese alivio, fue Al-Ettifaq quien golpeó primero, haciéndolo con estilo y contra el curso del juego. Wijnaldum se aprovechó de un rápido contraataque, avanzó con determinación y lanzó un feroz disparo desde la distancia que voló más allá del portero de Al-Nassr.
Picado por el revés, Al-Nassr se lanzó hacia adelante en busca de un empate. La posesión fue monopolizada, el territorio fue controlado y Ronaldo trabajó incansablemente al frente del ataque. Sin embargo, a pesar de toda su presión, los líderes de la liga tuvieron dificultades para traducir el dominio en oportunidades claras. Ronaldo, estrechamente vigilado por la defensa de Al-Ettifaq, no logró registrar un disparo a puerta antes del descanso. El pase final faltaba repetidamente, y las jugadas prometedoras se desvanecían antes de poder realmente poner a prueba al portero rival.