Retrocedamos al 16 de enero, cuando Manchester United recibió al Southampton, último en la tabla, en Old Trafford con el objetivo de romper una racha de tres derrotas consecutivas en casa. Los Red Devils se fueron al descanso perdiendo 1-0 gracias a un autogol de Manuel Ugarte, y en un intento por cambiar el rumbo, el entrenador Ruben Amorim introdujo a Antony por Kobbie Mainoo al inicio del segundo tiempo.
En el minuto sesenta, Antony tuvo una oportunidad gloriosa para igualar el marcador. Alejandro Garnacho irrumpió en el área antes de enviar un centro raso hacia Antony en el segundo palo, y parecía seguro que convertiría el balón en un gol desde apenas un metro de distancia. Sin embargo, de alguna manera, el brasileño falló por completo un disparo deslizante con su lado derecho más débil, y lentamente el balón llegó a las manos del aliviado portero del Southampton, Aaron Ramsdale.
"Esa es la falla de la temporada. No puedo creerlo. ¿Por qué se ha lanzado al suelo?" cuestionó el exdelantero de Rangers y Escocia, Ally McCoist, mientras comentaba el partido para TNT Sports. Sin embargo, no sorprendió a ninguno de los fanáticos del United en el público esa noche.
Antony se había convertido en un meme en Old Trafford mucho antes de ese momento, habiendo logrado solo cinco goles en sus anteriores 60 apariciones en la Premier League, algo verdaderamente pésimo para un jugador por el que el club pagó al Ajax £85 millones ($108m) en agosto de 2023. Sin embargo, pareció ser la gota que colmó el vaso, ya que United le cedió 10 días después al Real Betis.
Ese acuerdo efectivamente cimentó el estatus de Antony como uno de los mayores fracasos en la historia del United - pero nadie se ríe de él más. Ha silenciado espectacularmente a sus críticos en su primer mes en el Betis, y de cara a un choque monumental contra el Real Madrid el sábado, encuentra su nombre en luces junto a nombres como Kylian Mbappe y Vinicius Jr...
