Pep Guardiola había insistido el martes en que no le tenía miedo al Real Madrid y, dado su historial anterior contra ellos, no tenía motivos para tenerlo. Pero al final de 120 minutos agotadores en Manchester 24 horas después, más 90 apasionantes en la capital española una semana antes, fue su equipo el que se desplomó en el suelo, contemplando la imagen familiar de Los Blancos celebrando otro éxito en la Liga de Campeones tras imponerse 3-4 en los penaltis.
Hay una gran paradoja entre Guardiola y el Madrid. Se ha enfrentado a ellos 25 veces como entrenador, y sólo jugó más veces contra Arsenal y Chelsea. Ha ganado 13 de esos partidos, empatando seis y perdiendo seis. Tiene un mejor historial contra el Madrid que contra Liverpool, Chelsea, Tottenham e incluso Borussia Mönchengladbach.
Pero cuando se trata de eliminatorias de la Liga de Campeones, los honores están igualados después de anoche: el Madrid lo eliminó en tres ocasiones, tantas veces como él ha tenido ventaja sobre ellos en la máxima competición europea.
“No me arrepiento en absoluto", afirmó Guardiola, que agradeció de todo corazón a sus jugadores por "hacerlo todo ofensiva y defensivamente" contra el Madrid. Pero sí debe lamentar que la Liga de Campeones, la competición que le fascina tanto, ha sido otra vez muy cruel con él...