Tiago Poller es denominador común en las notas de los ‘cazatalentos’ de toda Europa. El centrocampista alemán guarda una historia personal interesante y desprende un talento futbolístico superior. El internacional alemán ha visitado tierras españolas en dos ocasiones en los últimos meses, concentrado con el equipo Sub-16.
En noviembre, estuvo en La Nucía para medirse a México, Inglaterra y Gales. En enero, se enfrentó a Costa Rica en Pinatar Arena. Tiago Poller llamó la atención por personalidad, creatividad y despliegue de recursos, en todas las fase del juego. Equipos como el Villarreal ya tienen sobre la mesa informes sobre este interior, líder en el Hoffenheim, una de los semilleros más productivos de Alemania.
Durante la última semana, Poller ha pasado en la Algarve Cup, donde la Sub-16 alemana ha superado a Francia, Portugal y Países Bajos. La pequeña Nationalmannschadft ha pasado el rodillo y Tiago no ha pasado desapercibido, dando la misma respuesta en competición que en España: detalles técnicos sobresalientes, agilidad con balón, velocidad, gran desplazamiento de balón para abrir juego, una lectura de juego por encima de la media y agresividad en el tackling. Cita habitual para los reclutadores de la Premier League, para el Hoffenheim no va a ser sencillo retener a uno de los grandes proyectos de la generación 2007.
‘Tiago Piraña’, materia prima de líder
Poller es como un pequeño depredador, tanto para robar el balón como para romper líneas; mezcla sacrificio, fantasía y soluciones distintas, pero por encima de todo contagia una energía extra a sus compañeros. Poller tiene una intensidad contagiosa y una personalidad tremenda. No por casualidad, es el capitán del Hoffenheim Sub-17 y es uno de los capitanes de esta gran camada alemana. Sus entrenadores y sus compañeros lo reconocen en él un futbolista ultra competitivo tanto en los partidos como en los entrenamientos, ambicioso en positivo y capaz de soportar la presión para recanalizarla como motivación. Para el seleccionador Michael Prus tiene condiciones para ser poste bajo de la medular, mediocentro organizador o interior. A nivel emocional se repiten las cualidades: dirección, comunicación y fortaleza mental. Poller disfruta siendo responsable y disciplinado, tiene claro que debe ser una referencia tanto dentro como fuera del campo.
Tiago vive para el fútbol, pero no pierde el foco y también lleva sus estudios al día. Con 15 años, no va a ser un tanque de 190 centímetros de estatura, pero ya lleva tiempo haciendo un entrenamiento neuro atlético para mejorar sus habilidades cerebrales y su fútbol. Lo suyo es pura pasión. En tiempos donde el fútbol llega a los más jóvenes a través de unos segundos de highlights o en formato videojuego, Poller suele ver muchos partidos, con la lupa puesta en los jugadores de la sala de máquinas. ¿Otra afición? Montar en BMX.
Próximos partidos
Alemán pero con origen en Colombia
Juan Tiago Esteban Poller nació en Apartadó, en el norte de Colombia. Allí discurrieron los primeros tres años de su vida… su familia tuvo que darlo en acogida y finalmente fue adoptado por una familia alemana. Poller tiene sangre colombiana, pero se ha criado en Stuttgart. Es un chaval feliz: recuerda caballos y balones. En Alemania se ha criado el apoyo de su hermano Juan, también de origen colombiano, adoptado.
Con cuatro años empezó a jugar en el TGV Eintracht Beilstein. Siempre ha ido jugado con compañeros un par de categorías por encima y es que en una temporada llegó a marcar 147 goles. Ha jugado en el SGV Freiberg, en el Sttugarter Kicker y en el Sttugart y ahora compite en el Sub-17 del Hoffenheim, pero su evolución demanda un salto ya al Sub-19.
Poller apostó por el Hoffenheim por su espectacular estructura de cantera y su proyecto integral para los jóvenes. El contexto es ideal para fortalecer su llegada a la élite, pero el proyecto es la diferencia para Poller y los gigantes de Europa asoman en el horizonte con propuestas que subrayan lo sustancial: un camino en línea para que el sueño de ser futbolista se convierta en objetivo.