El Barcelona perdió El Clásico ante el Real Madrid porque le regalaron un ratito de lucidez a Jude Bellingham. Primero le dieron el remate de larga distancia y, sobre la bocina, permitieron que recibiera solo dentro del área para el 1-2.
Según parece, según nos cuentan, esos dos momentos dan por terminada la carrera por el título de La Liga antes de que realmente comenzara, con el Madrid ahora cuatro puntos por delante de los blaugrana en la cima de la tabla. Pero realmente no todo está acabado, ni mucho menos.
Las derrotas del clásico siempre son peores que las otras. Incluso al principio de la temporada, sirven para saber dónde está uno parado. Miden tu estado de forma. Sin embargo, esta vez hubo poco que separara a los dos equipos. Xavi acertó con su táctica y admitió después del partido que se sintió bien con su actuación. Estuvieron a un gol en el minuto 93 de conseguir un punto respetable.
A veces, todo se reduce a que el otro equipo tiene un jugador como Bellingham. Y en términos más generales, esta temporada está lejos de terminar. Si bien los puntos perdidos dolerán y el caos en las redes sociales servirá como medio de distracción, el Barça todavía está en carrera. Hay un momento y un lugar para entrar en pánico, pero los catalanes aún no han llegado a ese punto.
GOAL analiza por qué no deberían entrar en pánico tan pronto en Can Barça...