"Estoy más acostumbrado a dar asistencias que a meter goles. Y estoy contento por ese pase a (Álvaro) Morata porque se lo merece, es nuestro capitán y ha pasado por momentos no muy buenos y me alegro mucho por él", dijo Fabián Ruiz luego de su exhibición ante Croacia, en el debut de España en la Eurocopa de Almania.
Fue un partido que terminó con una cómoda victoria para el equipo de Luis de la Fuente y que se abrió con el aporte del máximo goleador que tiene La Roja en la historia de la Eurocopa (9), precisamente Álvaro Morata (sólo Cristiano Ronaldo, con 14, y Michel Platini, con 9, hicieron más que él a lo largo del campeonato).
A Fabián no le faltaba razón: Morata se lo merece. En la previa a la Eurocopa, como a lo largo de casi toda su extensa y destacada carrera como profesional, al por ahora delantero del Atlético de Madrid le llovieron palos de todos los tamaños y de todos los colores. ¿Su respuesta? Trabajar duro para tratar de mejorar y para hacerse un nombre en la historia del fútbol español, incluso en el de la Selección. Pase lo que pase, ya lo ha logrado.
Vapuleado en su país en infinidad de ocasiones pero venerado en Italia, donde jugó y podría volver a jugar, el ariete madrileño se perfila para ser nuevamente titular con España en la segunda jornada de la fase de grupos, más allá del golpe que encendió alarmas en el estreno del campeonato. Precisamente es la vigente campeona de Europa el próximo rival que tendrá el combinado nacional.
Si en España muchos lo desprecian, en Italia, donde le conocen de sobra por sus cuatro temporadas con la Juventus, ven a Morata como la gran amenaza para el duelo de este jueves por la noche. Evidentemente, en Turín se ganó un respeto que ojalá algún día pueda ganarse en su país. Así las cosas, cabe preguntarse si España merece o no a Morata. La respuesta parece ser que no.