"La codicia es buena", dijo Gordon Gekko en Wall Street. "La codicia es correcta, la codicia obra, la codicia aclara, atraviesa y captura la esencia del espíritu evolutivo".
La película se estrenó en 1987, 16 años antes de que naciera Jude Bellingham, pero el centrocampista del Real Madrid ha recibido el mensaje. La semana previa a la final de la Liga de Campeones, admitió que no le había sorprendido cómo había transcurrido su increíble temporada de debut en la capital española.
"Vine aquí porque quería ganar, y esperarlo es casi un poco codicioso, pero hay que tener confianza cuando juegas con tantos grandes jugadores", dijo Bellingham a los periodistas. Cuando se le preguntó cuál sería el siguiente paso si conseguía levantar la Liga de Campeones en Wembley, Bellingham no dudó: "Ojalá la Eurocopa", dijo. "Sólo hablé de ser codicioso..."
Bellingham ganó la Liga de Campeones contra el Borussia Dortmund, preparando el segundo gol crucial para Vinicius Jr en el camino hacia la victoria antes de preguntarle a José Mourinho si podía posar para una foto con su madre durante las celebraciones posteriores al partido. Desde entonces ha disfrutado de una semana para relajarse, pero ahora es el momento de dar el siguiente paso y de que Bellingham abrace a su Gordon Gekko interior y gane otra competición importante, esta vez con su país.