El 31 de marzo, el público del Santiago Bernabéu se preparó para darle la bienvenida a Jude Bellingham. El centrocampista inglés y máximo goleador de la Liga llevaba casi un mes alejado de los estadios porque una sanción y el parón de selecciones obligaron a su ausencia. Pero fue otro madridista el que puso de pie a la multitud.
Rodrygo jugó el papel de héroe en la victoria por 2-0 sobre el Athletic, anotando ambos goles para que los blancos recuperaran su ventaja de ocho puntos en la cima de La Liga. Fue una actuación que reafirmó el valor de Rodrygo para el Madrid y al mismo tiempo destacó las cualidades de talla mundial que posee.
Pero a pesar del innegable talento futbolístico de Rodrygo, existe la persistente sensación de que estos podrían ser los últimos días de su carrera en el Madrid. La presunta llegada de Kylian Mbappé este verano supondrá un cambio en la capital española, dejando a Rodrygo, todavía de 23 años y al borde del estrellato, con una batalla cuesta arriba para ser titular habitual.
Entonces podría ser el momento de que el brasileño se plantee un futuro lejos del Bernabéu.