El repertorio completo, el menú entero, la lista de los grandes éxitos repasada. Lionel Messi sacó a relucir la mejor de sus versiones en el partido ante Australia, por los octavos de final del Mundial Qatar 2022. Unos días después, repitió el menú ante Países Bajos, por los cuartos de final. Y, como si no alcanzara, dejó su versión terrenal y fue celestial contra Coracia.
Ante el equipo de Oceanía, a los 35 años, el 10 argentino regaló una versión que incluyó prácticamente todas las facetas de juego, en un encuentro que terminó siendo muy especial: consiguió su primer tanto en fase de eliminatorias en la competencia y cumplió su partido 1000.
Unos días después, Messi le agregó al repertorio la parte desafiante, casi épica, con un pase gol histórico y un penal en el que no dudó. Clasificación, bronca, pelea. Lo tuvo todo.
Y en semifinales, le añadió drama a la película: después de sentir molestias en el posterior izquierdo, con una imagen que asustó al mundo, convirtió otro gol de penal ante un especialista como Livakovic y asistió dos veces a Julián Álvarez, la segunda vez con una jugada memorable.
El camino de Messi en los Mundiales con la Selección argentina no fue del todo dorado como el resto de su carrera, especialmente en el Barcelona. Cada competencia con la albiceleste tuvo su asterisco, su complicación, su frustración.
Messi juega su quinto Mundial con Argentina, el jugador con más participaciones en esta competencia junto a otros como Lothar Matthaus, Memo Ochoa o Andrés Guardado. En ese largo período -2006 a 2022- participó de 25 encuentros (3 en Alemania 2006, 5 en Sudáfrica 2010, 7 en Brasil 2014, 4 en Rusia 2018 y seis en Qatar 2022), cifra con la que alcanzó al excapitán de Alemania y lo superará cuando juegue la final del domingo, la segunda de su carrera.
Acá un repaso por los mejores partidos.
vs. Bélgica (cuartos de final, Brasil 2014). Teniendo en cuenta la instancia y el resultado, probablemente haya sido lo mejor de Messi hasta ahora. La Selección argentina de Sabella le ganó 1 a 0 al conjunto europeo con un tanto de arranque de Gonzalo Higuaín. En ese encuentro, el 10 fue un constante punto de descarga. Fue una jornada en la que no le pudieron sacar la pelota. Recibió muchas faltas, generó peligro y le dio un pase inolvidable a Di María que por poco no terminó en gol.
vs. Nigeria (zona de grupos, Brasil 2014). En el último partido del grupo, y luego de dos victorias complicadas, ante Bosnia e Irán, Messi tuvo una jornada de goleador. Primero, apareciendo en el área tras un rebote ofensivo. Luego, con un tiro libre para la historia que dejó al arquero africano Enyeama parado. Hasta ese momento del Mundial, llevaba cuatro goles en tres partidos. Así cerraría la cuenta.
vs. Bosnia (zona de grupos, Brasil 2014). Recordado primer tiempo en el que Sabella cambió el esquema y ubicó a cinco defensores, recambio que no terminó de funcionar y no tenía que ver con las Eliminatorias con las que había llegado el equipo, que disponía un doble cinco (Gago y Mascherano) y cuatro arriba de otra galaxia (Di María, Higuaín, Messi y Agüero). En el segundo tiempo, con otro nivel de juego, Messi demostró su electricidad en varios momentos, pero fue especial el golazo tras una pared con Higuaín.
vs. Irán (zona de grupos, Brasil 2014). Otro partido al que todo le costó a la Selección argentina, ante un rival que metió casi dos líneas de cinco sin pasar la mitad de la cancha. Messi resolvió con un golazo muy gritado y recordado en la que punteó hacia adentro y sacó un remate brutal al ángulo.
vs. Nigeria (zona de grupos, Rusia 2018). Una versión sufrida de Messi. El equipo de Sampaoli no tenía rumbo y, a la larga, fue "salvado" de la vergüenza de quedar afuera en primera ronda. Pero, en ese encuentro, un pase de Banega derivó en un momento de lucidez y enorme exposición de calidad técnica. Messi acomodó con la rodilla izquierda con enorme sutileza y metió el bombazo para poner el 1 a 0 que terminaría a favor 2-1.
vs. Suiza (octavos de final, Mundial 2014). Un partido muy parecido al que hizo ante Bélgica en la misma edición pero con algo menos de participación. En Brasil, fue el Messi más premium de sus versiones en los Mundiales. Imparable. Físicamente intacto. Fino con la pelota. El encuentro se resolvió con una apilada con pase a Di María para el gol agónico en el tiempo suplementario.
vs. México (zona de grupos, Mundial 2022). Hasta el gol, poco. Después de eso, todo. Messi resolvió el partido y sacó al conjunto de Scaloni de una situación demasiado apretada. Metió un remate que parecía no del todo fuerte pero que se fue abriendo y alejando de Memo Ochoa más y más.
vs. Polonia (zona de grupos, Mundial 2022). Gran partido, pese a que falló un penal en un momento clave, cuando el partido iba 0 a 0. El argentino reaccionó a lo grande con secuencias de alto nivel. Acumulando rivales, distribuyendo y en modo inspiración total.
vs. Nigeria (zona de grupos, Mundial 2010). El partido en el que Messi pateó más veces al arco en un Mundial, con ocho tiros. Y no marcó. El arquero Enyeama tuvo una actuación fuera de lo normal. Mientras Maradona se agarraba la cabeza, la desesperación de Leo aumentaba por convertir. El gol -que no fue- se convirtió en una obsesión durante todo el Mundial, que terminaría con el arco invicto. Pese a eso, el 10 terminó siendo pura furia y potencia. Una de sus versiones más electrizantes.
vs. Australia (octavos de final, Mundial 2022). Messi, a los 35 años, confirmó que es el jugador más desequilibrante del torneo (junto a Mbappé, quizás). No hay nadie que pueda inventar como él. No hay nadie que entienda el juego como él. Qatar se mueve al ritmo de sus piernas. El Mundial lo adora y él decidió meterse al torneo en el bolsillo. En este juego, lo hizo todo y más. Sí, es muy probable que haya sido la mejor función en Mundiales.
vs. Países Bajos (cuartos de final, Mundial 2022). Si le faltaba algo al torneo de Messi en Qatar era ese aspecto épico, enojado, furioso. El capitán argentino dio uno de los mejores pases de la historia de la competencia, marcó de penal y luego volvió a cumplir en la definición desde los doce pasos. Con el balón, estuvo rápido y peligroso. Anuló cualquier barrera defensiva que tuvo por delante.
vs. Croacia (semifinal, Mundial 2022). 45 millones de corazones argentinos y otros tantos alrededor del mundo se paralizaron cuando Leo parecía sentir un pinchazo en el recto de la pierna izquierda. Algo no andaba bien, pero nada puede con el 10. El dolor se transformó en energía para convertir el penal que abrió el marcador, asistió a Julián Álvarez en el segundo y, para el tercero, armó una jugada que perdurará en la memoria colectiva, al bailar a Gvardiol para llegar al fondo, eludirlo una vez más y dejarle servido el 3-0 a la Araña.