Marco van Basten AC MilanGetty

El calvario de Van Basten y las lesiones: "Tenía que ir al baño gateando y tardaba 2 minutos en llegar"

Marco van Basten fue uno de los mejores rematadores de la historia del fútbol. Ganó el Balón de Oro, todos los títulos con el Milan y el Ajax pero va a publicar este viernes su biografía titulada 'Basta. My life. My truth' en la que cuenta una parte más ingrata de la vida del futbolista y cómo el deporte le ha lastrado físicamente para el resto de su vida.

"Fue muy difícil porque pasé del nivel más alto en el fútbol al nivel más bajo de infelicidad personal. Una caída muy grande y una época realmente oscura. Todo se vino abajo. Hubo mucho dolor y problemas. Se podría decir que en esos cinco años tuve toda mi carrera internacional. Después de muchos problemas con las operaciones, cojeaba. No podía hacer nada sin dolor. Estaba realmente discapacitado y los médicos no pudieron ayudarme. Tenía un poco de miedo", detalla en una entrevista en The Guardian.

"Había ido de mal en peor. Después de muchas operaciones y de ver a médicos de todo el mundo, lo intenté todo, pero no pudimos encontrar la solución. Hubo un momento en 1996 en el que tuve que decir: 'Tengo que tratar de estar sano'. Tomamos la decisión de fusionarme el tobillo. Para un deportista, y yo solo tenía 32 años, esa es la peor opción. Pero tuve que detener el dolor. Al principio, los médicos no me dieron buenos consejos. Seguí y seguí y el daño empeoró. La siguiente temporada fui a Milán con Gullit. Jugué los primeros partidos en agosto-septiembre, luego fui a otro médico en Barcelona y tomamos la decisión de operar. Era demasiado tarde, porque el daño ya estaba hecho. Iba gateando y contando y nunca llegaba al baño antes de llegar a los 120'. Los umbrales de las puertas son la parte más desafiante porque mi tobillo tiene que pasarlos sin tocarlos. Incluso el más mínimo toque me hacía morderme el labio para evitar gritar", añade el jugador rememorando las partes más duras de su carrera.

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De hecho llegó a hacer un trato con Cruyff por las lesiones: "Me lesioné por primera vez en diciembre de 1986 y no mejoró. Johan tuvo una discusión con el médico que dijo: 'Tiene un problema, pero no va a ser peor. El puede jugar.' Tenía la sensación de que esto no era bueno. Tengo mucho dolor. Johan dijo: 'Escucha, hacemos un trato. No juegas todas las competiciones y puedes saltarte algunos entrenamientos. Pero tienes que jugar en Europa. Pase lo que pase, hay que jugar la final'. Ese fue el trato que hicimos".

"Era mi héroe, mi mejor ejemplo y mi amigo. Entonces su opinión fue diferente a cómo yo veía las cosas en el Ajax. Fue doloroso pero eso pasa a veces con un maestro y su alumno. Él fue a la derecha y yo a la izquierda. De repente no tuvimos ningún contacto. Después de su muerte, vi a su esposa en un torneo de golf en Turín. Seguimos hablando de Johan y volvió a ser amistoso. Cruyff podía ser duro conmigo porque había jugado en la calle donde se usa un idioma diferente. Hice lo mismo con Ruud van Nistelrooy cuando era seleccionador nacional. Quizás yo era demasiado fuerte, demasiado duro, demasiado directo como lo había sido Johan conmigo. Debería haber sido un poco más suave con Van Nistelrooy. Ahora tengo una muy buena relación con Ruud. Es una persona fantástica, pero al principio no teníamos ese sentimiento, tal vez porque me respetaba demasiado", añade sobre su relación con Cruyff y los altibajos que vivieron.

Van Basten también explica por qué decidió dejar de ser entrenador tras apuntar buenas maneras como celeccionador de Holanda: "La profesión de entrenador también es mala para la salud. Cuando me convertí en asistente, era inteligente y servicial. Tuve paciencia. Como entrenador principal era todo lo contrario. Tomé una buena decisión al salir".

El ariete holandés jugó en el Milan de Sacchi, uno de los equipos más recordados de la historia aunque no todo lo que recuerda del preparador italiano es bueno: "Estaba acostumbrado a Cruyff, que había sido un gran jugador. Pensábamos lo mismo. Capello también. Sacchi fue más teórico. Tuvimos que ver tantos videos y él siempre estaba hablando durante el entrenamiento. Fue demasiado. Le dije: 'Señor, esto ya me lo ha dicho 12 veces. Si no lo entiendo ahora, nunca lo entenderé. Era tan fanático que seguía contando las mismas historias. Eso fue difícil de aceptar. Sacchi y Capello tuvieron suerte porque teníamos un equipo maravilloso. Baresi, Maldini, Costacurta y Tassotti eran grandes defensas que también podían jugar muy bien con el balón. Realmente nos hicimos mejores en el entrenamiento. Ajax en 1972, Bayern Munich en 1974, Liverpool de los 80 y también Real Madrid con Ronaldo y especialmente Barcelona con Messi, Busquets, Iniesta y Xavi. Así que no voy a decir que fuimos los mejores. Pero éramos uno de ellos".

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