Esta semana es importante para Manuel Pellegrini. Para un entrenador que no quiere que el nivel de exigencia de los suyos decaiga era vital conseguir la victoria en Bulgaria, como así hizo. Y no es que se le complicara la clasificación ni mucho menos, pero sí logra, en su primera bola de partido, superar un primer hito de la temporada: ser primero de grupo de la Europa League. Esta cuestión era algo más que importante para el técnico esta campaña. La acumulación de partidos acentúa la fatiga muscular de los jugadores y con un Mundial de por medio el futuro es algo incierto, así que todo descanso es bienvenido para las piernas de los futbolistas.
ASÍ ESTÁ EL BETIS EN LA CLASIFICACIÓN DE LALIGA
Pero lo que también importaba para Pellegrini era poder transmitir el mensaje a sus jugadores de que a las primeras de cambio ya han superado una meta con respecto a la temporada pasada. Ya hay un primer triunfo que refuerza el mensaje que se le quiere mandar al vestuario, que no es otro que el de mejorar los excelentes números de la campaña pasada. Algo que se puede lograr.
El curso anterior se quedó a las puertas de conseguirlo. En esta ocasión, y con sensaciones diferentes, se ha logrado sin vacilar. Ni las lesiones, ni la diferencia de juego con la pasada etapa han impedido que los verdiblancos celebren el ingreso económico que les dotará ser primero, algo más de ocho millones gracias a los resultados que lleva acumulados. Y sobre todo evitar una ronda previa con los rivales de enjundia que caerán desde la Champions, aquellos ‘tiburones fracasados’ a los que hacía alusión José Mourinho en la mismísima sala de prensa del Benito Villamarín. Todo ello sin mostrar el fútbol formidable que exhibía hace algunos meses. Porque el Betis ha visto cómo su juego ha bajado, pero resulta ser un equipo tan competitivo que eso le está salvando hasta el punto de que los números no se ven alterados y los resultados siguen llegando.
EL BETIS YA TIENE RIVAL EN COPA DEL REY
Un primer reto conseguido para incluir en la escalada del técnico que siempre ha mejorado sus marcas desde su llegada al banquillo verdiblanco. En su primer año como bético quedó sexto. Fue la campaña 2020/21, donde alcanzó los 61 puntos, con un total de 17 victorias, 10 empates y 11 derrotas. Igualó los guarismos anotadores con los recibidos, en ambos registró 50, metiendo al equipo en competición europea. En Copa llegó a los octavos de final de la competición, cayendo de forma dolorosa ante el Athletic de Bilbao. La siguiente temporada, la 2021/22, también enroló a los suyos en la Europa League, subiendo un puesto en la clasificación y metiéndose como quinto. Además, logró inscribir su nombre en la historia del club conquistando su tercera Copa del Rey. En ambos torneos logró superar las posiciones de las anteriores ediciones. LaLiga la acabó con 19 victorias, 8 empates y 11 derrotas, mejoró su balance de triunfos pero no pudo conseguir reducir las derrotas aunque sumó cuatro puntos más que su primer año. El Betis sí fue más goleador con 62 tantos y bajó la cifra de goles encajados a 40.
La clasificación como primero de grupo en la Europa League es vital, pero la semana aún no ha acabado. La siguiente cita es el Reale Arena con un rival en la pelea europea como la Real Sociedad. Especial detalle pone Pellegrini en estos partidos directos, duelos que, como el del Villarreal en Heliópolis, son muy celebrados por el técnico chileno cuando consigue la victoria, sabedor de la relevancia que conllevan en una competición que tiende a equilibrarse al final.