De ser considerado un prospecto mexicano, a la incertidumbre de no tener equipo. Omar Arellano se abrió paso en Pachuca y con la historia de su abuelo y su padre en el apellido, inició un camino complicado y al final accidentado en Chivas. Probó con diferentes camisetas en el futbol mexicano en las categorías principales, pero, entre lesiones y bajas de juego, nunca cumplió con las expectativas generadas por sus destellos de velocidad y técnica.
Tras intentar, sin éxito, ganar un sitio en la tercera división de España, Omar fue anunciado como nuevo jugador del Herediano de Costa Rica, club que se quedó con el subcampeonato de la liga en diciembre y en donde juega Luis Ángel Landín. Su contrato estará vigente durante un año y compartirá vestidor con Luis Ángel Landín.
A mediados del 2017, trascendió que Arellano hizo pruebas para incorporarse al Ontinyent de la Segunda División B de España, sin embargo, de acuerdo con el vicepresidente de club, el jugador de 30 años no estaba al nivel de la competencia.