Ezequiel Garay fue uno de los estandartes de la Seleccion argentina de Alejandro Sabella, que terminó como subcampeón del mundo. Fue titular durante todo su proceso y, además, jugó los siete partidos del Mundial. Su compañero de zaga cambió durante el torneo: Federico Fernández salió por bajo nivel y lo acompañó Martín Demichelis. Pero él se mantuvo firme como líder de una defensa casi infranqueable.
Su rendimiento mundialista y su fortaleza mental para un puesto complejo hacía pensar en un 2 inamovible por muchos años. Comenzó la era del Tata Martino y también contaba con él como titular. A su lado, otra vez un cambio: Ramiro Funes Mori. Durante la Copa América 2015, en la cual era titular, sufrió un cuadro de gastroenterocolitis previo a la semifinal y se perdió los últimos dos partidos definitorios.
Ya en las Eliminatorias, el ex-Newell's estuvo para los primeros dos partidos, jugó desde el inicio en el debut con derrota 0-2 contra Ecuador en el Monumental y no volvió a aparecer nunca más en la órbita de la Selección. Martino tampoco lo llamó para la Copa América 2016. ¿Por qué no vuelve ahora?
La fragilidad defensiva que mostró Argentina en el retroceso en las Eliminatorias obligó a Sampaoli a buscar variantes. Federico Fazio fue el líbero en los primeros dos partidos y se lo notó lento e incómodo. En épocas complicadas, en las que no se pueden realizar demasiadas pruebas, Garay es una carta simple de jugar: tiene un rendimiento probado en la defensa de la Selección argentina. Nombres no faltan: con Mascherano y él que lo pueden hacer como líberos, Otamendi y Mercado que pueden jugar como stoppers y el rosarino le puede dar la versatilidad de jugar en distintas posiciones. Todos ellos también juegan como centrales en líneas de 4. El DT buscó variantes en esa posición y llamó a Pezzella y a Mammana en su momento, dos jóvenes con gran presente y enorme futuro, pero sin experiencia con la blanca y celeste.
Se decía que Sampaoli tenía la idea de convocarlo para los partidos ante Perú y Ecuador, pero luego trascendió que él rechazó el llamado. A un mes y medio del cierre de la lista para Rusia, pero antes del bochorno ante España, el Negro rompió el silencio y descartó cualquier versión de una renuncia: "Se dicen muchas cosas, ¿de mi boca alguien alguna vez escuchó eso? No", disparó tajante en una entrevista a El Desmarque, agregando que su ausencia "es una pregunta para el entrenador, yo intento hacer las cosas bien en mi club y después depende de él. Es un sueño jugar con mi país, pero hoy mi cabeza está puesta en clasificar a la Champions". Con estas palabras, no solo Garay está ausente; también la verdad de la historia.