Durante los útlimos meses, el Barcelona ha estado trabajando en un plan económico viable para hacer realidad el regreso de Leo Messi. Según los informes, el club debe recortar casi 200 millones de euros antes de poder realizar cualquier movimiento financiero este verano, por lo que se ha dedicado a buscar una solución milagrosa para sortear las estrictas reglas financieras de La Liga y traer de vuelta a una leyenda del club.
Los expertos en finanzas del club pusieron en marcha el astuto movimiento de prometer una reducción de los salarios en los próximos tres años y también se comprometieron a hacer otros movimientos para generar y recuperar ingresos. A cambio, el club le dijo a La Liga que querían poder fichar a Messi este mismo verano. El organismo dirigido por Javier Tebas, ha rechazado el plan maestro del Barça tras semanas de negociaciones.
El Barça de las palancas
El club blaugrana está una vez más en un callejón sin salida. El verano pasado, el presidente del club, Joan Laporta, activó una serie de palancas económicas para reducir gastos y aumentar la flexibilidad financiera. Subastó un conjunto de derechos de televisión y vendió otro. Vendió también casi el 50% de los derechos de merchandising del club y pidió a varios jugadores veteranos a diferir o renunciar a grandes partes de su sueldo. El plan funcionó más o menos bien. Al menos lo suficiente para que el club pudiera mantenerse a flote y fichar a una gran cantidad de jugadores en verano. Pero ahora tienen los ojos puestos en otro gran jugador. Un posible regreso que requerirá mucho más esfuerzo que los planes que han presentado los directivos del Barça hasta ahora.
Todas estas condiciones hacen que el regreso de Messi al club de su vida parezca prácticamente imposible, por unos obstáculos económicos que una vez más impiden un último baile del argentino en el club catalán.