Siempre fue Grecia uno de los destinos favoritos para futbolistas españoles en los últimos tiempos y, por ello, era inevitable rastrear su campeonato en busca de sensaciones de aquellos que están viviendo la situación del Covid-19 como parte de una de sus plantillas. El andaluz José Ángel Crespo, ex sevillista, es un intocable del PAOK de Salónica, donde lleva desde 2016 y donde representa uno de los pilares determinantes, sumando en estos años un campeonato de Superliga y tres Copas. Un líder que está atravesando la crisis vírica de una manera un tanto extraña, porque está actualmente lesionado y eso cambió sus planes.
“Todo esto me pilló en un cambio importante en mi temporada. Yo viajé el 2 de febrero a España, a Barcelona, pues tengo una lesión en el cuádriceps, de tendón, y me tuve que operar en Sant Cugat. Ya había cerrado con mi club que, al ser una recuperación de mes y medio, que me cuidaría de mi lesión en España y tendría que regresar el día 15 de marzo. Ya estaba todo previsto pero, a medida que se veían los acontecimientos en España y todo lo que pasaba con el virus, me puse en contacto con mi club y decidimos juntos que lo mejor era que me quedara en Sevilla, que me olvidara de regresar porque podríamos tener riesgos y que, además, así me recuperaba del todo aquí. Estando encerrado, era lo mejor”, apunta.
Esa casualidad que, debido a su lesión, favoreció que pudiera estar con los suyos, le ha minimizado el impacto familiar que habría sido estar alejado de los suyos sabiendo la dificultad existente en España: “Sí, por suerte, estoy viviendo el confinamiento con mi familia, no me tengo que preocupar por ello como sí hubiese ocurrido si me pilla en Grecia y llevamos bien esta situación dentro de lo que significa para todos. No tengo casos de contagios en la familia”, destaca Crespo, consciente que, a pesar de ser futbolista y vivir por y para la pelota, ahora hay muchas otras situaciones que merecen máxima atención.
“Grecia y España están viviendo esta crisis del virus con situaciones bastante similares. También hay cuarentena con todo el mundo metido en sus casas y empezaron el mismo día que en España, aunque en Grecia esta etapa va a ser hasta el día viernes 10 de abril. Hay menos contagios, se tomaron medidas más drásticas desde que apareció simplemente un caso aislado y eso ha logrado que, visto ahora con perspectiva de estas semanas y respecto a otros países, pues Grecia haya llevado relativamente bien esta crisis. Tienen menos de 1.000 contagios y está bastante controlada la situación”, analiza el zaguero de Lora del Río, que se crió en la cantera del Sevilla y que vive en suelo heleno la que es su quinta aventura en clubes extranjeros de tres países diferentes, pues ya jugó en Italia y en Inglaterra.
“La situación en la Liga Griega es muy parecida a la que hay actualmente en España. Se suspendió la misma semana el campeonato, se paralizó todo, se entró en ‘cuarentena’ y tanto clubes como Federación decidieron que los futbolistas nos fuéramos a casa a pasar ese encierro allí, tomando las medidas de precaución máximas para evitar cualquier contagio y en esas seguimos. Las últimas noticias que hemos tenido son que, posiblemente, este 4 de abril, sábado, se puedan empezar de nuevo los entrenamientos. Aunque, claro, nada es seguro. Igualmente, la Liga va a seguir suspendida hasta nueva orden, hasta que realmente decidan que se puede empezar con total garantía y sin problemas. Pero como hay menos contagios y mucho más auto-control de la situación, creo que va a poder reanudarse todo en unas semanas. Estoy entrenando aquí en casa y, valorando con el club, quizás pueda volver a mitad de abril, peor hay que ver aun cómo avanza todo”, asegura optimista el central del PAOK, que es segundo clasificado a siete puntos del líder, el Olympiakos, pero que ocupa plaza de previa de la próxima Champions League.
“Yo, personalmente, creo que las Ligas, Copas, torneos continentales y demás, como escuché a algunos mandatarios estos días, deben terminar. Evidentemente, no se puede dar como cancelado el campeonato sin proclamar campeones, equipos descendidos, otros que ascienden…”, apunta, dejando clara que la parte competitiva de todo lo que ya se había disputado hasta ahora, siendo un tercio de la competición, por ejemplo, en el campeonato griego, no puede ignorarse. “Imagina un equipo de segundo nivel que este arriba para ascender y que se le diga que no ascienden porque se cancela todo. Así que entiendo que genere dudas pero la opción de terminar las competiciones es la única que hay, ya sea en fechas más cercanas o más lejanas”, recalca.
Evidentemente, esa lectura conlleva un sacrificio de los futbolistas que él, al menos, asume y llevaría a cabo: “Si esto se alarga, habrá que acelerar el comienzo de la siguiente. Es decir, si hay que terminar en agosto este cuso y empezar el siguiente en septiembre y que los futbolistas no tengamos vacaciones, pues quizás es lo que hay que valorar. Si se enlaza una temporada con otra, pues tendrá que ser así. Esto es una circunstancia especial, todos nos estamos sacrificando en la sociedad estos días y si los futbolistas tenemos que hacerlo, apretar calendario, prepararnos para más partidos en esas fechas… pues se hace, porque hay que ayudar a los clubes, a las competiciones y a que todo regrese a la normalidad. Yo lo veo así, el resto no me arecerá muy justo”, explica con detalle Crespo, que si la temporada finalizara ahora mismo, acabaría jugando la Champions League con su club el próximo curso.