EDITORIAL
Le duró poco la sensación de intimidación al Rayo Vallecano frente al Barcelona, que visitó al cuadro madrileño con el recuerdo de la derrota en el Leganés y saltó al terreno de juego con el mismo once que le endosó una manita al Real Madrid. Arrastrado por un renacido Luis Suárez, el cuadro azulgrana necesitó once minutos para abrir el marcador, los que le bastaron al uruguayo para conectar el centro que le servía Jordi Alba desde el carril izquierdo.
El uruguayo vive un momento especialmente dulce tras protagonizar el peor inicio goleador de su carrera y en estos momentos ha enlazado seis goles en los últimos tres partidos que le han valido para superar al mismísimo Leo Messi como máximo goleador del equipo y convertirse en 'pichichi' de Primera División. Sin embargo, el Barcelona no se contagió de su actitud y a la media hora Óscar Trejo pudo empatar pero su remate se marchó fuera. Sería José Pozo quien, de forma merecida, pondría de nuevo las tablas en el marcador antes del descanso.
El gol de Suárez, lejos de estimular al equipo le invitó a relajarse hasta el punto que remató apenas tres veces durante los primeros cuarenta y cinco minutos y a encajar goles por novena jornada consecutiva. No había realizado un primer tiempo con menos intentos de gol desde la derrota en Anoeta de hace dos años. Los tres remates, cómo no, fueron de Suárez, el único que logró meter miedo al rival e incluso mandó un balón al poste antes de que Ernesto Valverde reaccionara dando entrada a Ousmane Dembélé en el segundo tiempo.
La defensa, no obstante, siguió igual de frágil y el Rayo siguió asustando a Marc-André Ter Stegen con relativa frecuencia hasta que Álvaro García logró el segundo gol de su equipo y obligó al Barcelona a espantar los mismos fantasmas que ya hicieron palidecer a los azulgranas en Butarque, donde no lograron hacer valer el gol inicial que entonces marcó Philippe Coutinho, desaparecido ante el Rayo. Esta vez fue Dembélé quien logró el empate y en el descuento volvió a aparecer el uruguayo para batir al Rayo y asegurar una remontada que le mantiene, con mucho sufrimiento, en lo más alto de la Liga.