El Real Madrid está siguiendo muy de cerca a Pau Torres (24 años). La estrategia en torno al central se puso en funcionamiento hace alrededor de un mes, con la premisa de ir de cara con el Villarreal. Por eso José Ángel Sánchez, director general del club, llamó a Fernando Roig para conocer la situación del defensa. Su cláusula, pese a que trascendió que es de 50 millones de euros, está ahora en 65 millones, habiendo ascendido por diferentes variables como sus internacionalidades con España.
En la Selección se encuentra precisamente una de las claves de esta posible operación. La eventual llegada de Pau al Bernabéu, donde gusta también mucho Koundé y como desveló AS y pudo confirmar Goal vigilan a David Carmo (Sporting Braga), dependerá en gran medida de la marcha de Sergio Ramos. La renovación del capitán está estancada y en los despachos de Valdebebas tratarán acordar la de Varane este verano. De concretarse, el refuerzo de David Alaba, por contra, no está supeditado a las bajas. De hecho, se espera un desenlace feliz al respecto.
En cualquier caso, la cifra se antoja inasumible para el Madrid en un mercado para el que se preparan cambios significativos. No obstante, hay confianza, especialmente por las buenas relaciones con el Villarreal, de reducirla. Los 65 millones, para contextualizar, convertirían a Pau Torres en la séptima compra más cara de la historia de la entidad, además de en el defensa de mayor coste.
El Villarreal se remite a la cláusula, Pau no quiere distracciones
Fernando Roig, sin embargo, fue claro durante el contacto telefónico: pedirá la cláusula para que salga Pau Torres, que lleva toda la vida en el Submarino, casi literalmente porque ingresó en su cantera con menos de seis años. En cualquier caso, la idea del cuadro castellonense es no entablar conversaciones con ningún pretendiente en estos meses tan decisivos. Se dirigirán los esfuerzos a la clasificación para la próxima Champions, cada vez más complicada porque el Sevilla tiene nueve puntos más y un partido menos, y el sueño de lograr algo ilusionante en la Europa League.
Con contrato hasta 2024, el jugador es consciente de que está atrayendo la atención de los top del continente y le seduce haber entrado en el radar madridista, pero tiene la cabeza en el esprint final de la temporada y en la Eurocopa. Los objetivos del equipo de su corazón están en el aire y no quiere distracciones. Su entrenador, Emery, tampoco, como demostró en noviembre al entrometerse en una entrevista postpartido a Pau por una pregunta sobre su futuro. Lo primero es lo primero...