Si algo no le faltaba a Fernando Batista era experiencia para el puesto de director técnico de las Selecciones Sub 20 y Sub 23 de Argentina. Es cierto: no era un nombre muy conocido, más allá de que sea el hermano del Checho . Pero sus más de 15 años de experiencia en la formación de juveniles lo posicionaban como una opción lógica en esta refundación que encabeza la dirigencia de la AFA, que no se equivocó en su elección y hoy lo tiene como el responsable de la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tras consagrarse campeón del Preolímpico con seis victorias en seis partidos.
El Bocha salió de de Argentinos Juniors, jugó en San Lorenzo y tuvo un paso por el Ascenso en Godoy Cruz y All Boys. Pero a partir del 2000 comenzó a dedicarse a los juveniles : arrancó en el Ciclón, donde estuvo cinco años dirigiendo dos divisiones diferentes, y luego pasó al Bicho, en donde estuvo coordinando todo durante la última década. Luego, desembarcó en la Selección como ayudante de Claudio Úbeda y, posteriormente, tuvo un breve paso por los seleccionados de Armenia.
Tras la oficialización de Lionel Scaloni como entrenador de la Selección Mayor, Batista ocupó su lugar y, junto a su cuerpo técnico (Esteban Solari, Cristian Palandella y Gustavo Piñero), debutó oficialmente en el Sudamericano Sub-20 de Chile: tras un muy buen certamen, la Albiceleste se quedó a las puertas del título y terminó segunda, lo que le permitió clasificarse tanto para el Mundial juvenil de Polonia -en el que cayó eliminada por penales ante Mali en octavos de final-, como para los Juegos Panamericanos de Lima (Sub 23) en los que Argentina se colgó la medalla de oro.
Luego del muy buen trabajo realizado, la AFA decidió confirmar al Bocha en su cargo de cara al Torneo Preolímpico (Sub 23) de Colombia, donde se encargó de vencer a todos y cada uno de sus rivales, para lograr el objetivo de la clasificación olímpica y el título una fecha antes de la jornada final. Pero para llegar al éxito, realizó un trabajo de hormiga, en el cual visitó jugadores que militan en el fútbol europeo y, al recibir el rechazo de parte de los clubes donde militan, confeccionó un nuevo plantel, al que reunió durante cada fecha FIFA de la mayor, organizó entrenamientos y amistosos para lograr el conocimiento necesario y los preparó para este éxito.
El Bocha ya no es solamente "el hermano de". Ni está en ese lugar por su parentesco. Se ganó el lugar, lo defendió con un compromiso absoluto y en agosto del 2021 tendrá la chance de emular al Checho y colgarse la medalla que consiguió en Beijing 2008.